Buscar este blog

domingo, 15 de junio de 2008

Casa recostada

Ya quisiera ver yo esta casa,
incendiada toda de pasillo y de almuerzos,
y de madres...

Pero, últimamente,
me he sentado a platicar
con su dios de siete años,
quien desde el patio ha entrado
arrastrando consigo
la carcajada antigua
de su hamaca de cielos.

Y qué te dijera, si hasta
él mismo corre entre estos rincones,
recogiendo lagartijas y silencios y sus noches tan llenas
de conejos.
¿Qué te dijera...?,
si se recuesta sobre mi hombre como
sobre su propia muerte.

Si él es todas las voces
¡que cálidamente violentas
todavía me sentencian a la vida!
¡Si él es un niño de siete años,
que cruje arrastrando consigo
la tímida muerte aún colgada de mi bolsillo!

¡Y no!, ¡yo no quisiera
besar esta casa!,
pero últimamente, últimamente
me he sentado a platicar, a pie cruzado,
con su negra costumbre de gato maullándonos
cuartos de hora,
cuartos de hora azotándonos contra la muerte.

(En: Hormigas en el pecho)

No hay comentarios:

¿Conocía usted sobre la poesía trascendentalista costarricense?

¿Cómo califica la poesía trasdendentalista de Ronald Campos?

¿Le interesaría conocer más sobre poesía trascendentalista?